El paradigma de un virus

A veces es necesario pararnos un segundo a sentir dónde estamos, a sentir cómo estamos, a sentir con quién estamos.

A sentir quién somos.

Hay momentos de nuestra vida donde sentimos al cien por cien el material del que estamos hechos.

Normalmente solemos vivir de forma automática, sin reflexionar sobre aquello que nos pasa por delante, sin preguntarnos siquiera por qué.

Tenemos el deber de conocer nuestra historia para justamente poder reflexionar sobre los miles de elementos con los que interaccionamos a lo largo de nuestra vida.

Pero no interesa. No interesa que conozcamos nuestra historia, porque solo así podremos juzgar aquello que pasa en nuestro día a día.

Y es que las cosas han cambiado mucho, pero tampoco han cambiado tanto, justamente nos damos cuenta de esto cuando vemos nuestros derechos (o los de otros) vulnerados y los comparamos con los de otras épocas.

Porque las personas que ven vulnerados sus derechos actualmente, se dan cuenta de que las cosas han podido cambiar mínimamente gracias a que tiempo atrás fueron otras las que sufrieron por ellos.

Por nosotros.

Porque dejadme que os diga, existe un virus des de hace mucho tiempo que acecha la sociedad sin compasión por los que encuentra en su camino, el virus del odio y la ignorancia.

Conocer nuestra historia nos ayuda a entender que las cosas han cambiado, que los tiempos no son los mismos, que tenemos derechos que antes no teníamos. Pero vivir la actualidad nos ayuda a comprender que hay mucho por hacer. Que debemos trabajar conjuntamente.

Porque hay personas a día de hoy que sienten miedo de ser quién son. Porque lo peor no es que este virus prosiga en nuestra sociedad, es que prosigue impunemente gracias a un sistema que contempla su legitimidad y tolera y protege sus acciones.

Y sí, hablo del machismo, la homofobia, el racismo, etc. Porque las personas machistas, homófobas, racistas, que hay muchas más de las que nos pensamos, penetran en nuestra sociedad con la capacidad de contagiar a todo aquel que venga con sus mismas aptitudes, a aquel que se sienta incómodo con la diversidad y no haya aprendido a tolerar la diferencia.

Porque este virus está en las calles, está en las casas, en los colegios y Universidades.

En el Congreso de los diputados.

En el aire.

Y debemos dar gracias, como decía antes, a todas aquellas personas que dieron su vida por nuestros derechos. Y no únicamente a ellas, sino también a aquellas que a día de hoy no se conforman por vivir en una sociedad injusta, tóxica y contagiosa que permite que jueces, políticos y organizaciones sociales legitimen cualquier forma de violencia ideológica hacia al otro.

Porque este virus hacía tiempo que vivía con nosotros. Porque este virus, o lo combatimos juntos, o lo combatimos solos.

Porque este virus pone en evidencia cómo nuestro paradigma social ha cambiado en pocos años, y todo lo que falta por cambiar.

Porque es trabajo tuyo, es trabajo mío, luchar en nuestro día a día por un mundo tolerante y diverso, por impedir que este virus del odio y la ignorancia contagie a más personas.

Por construir una sociedad mejor.

Por vivir en un Estado que permita el pleno desarrollo humano, impidiendo cualquier forma de represión y odio hacia la diversidad.

Educando.

Porque tal y como comentó una compañera mía en clase una vez: Las personas se respetan y las ideas se toleran. Y las ideas que no respetan a las personas, deben ser intolerables.

Porque tal y como dijo Ruiz de Santayana: Quién no conoce la historia, está condenado a repetirla.




 

Comentaris

  1. Pues voy a se la primera !! Me parece tan bonito y con tanta verdad lo escribes que mientras voy leyendo se me aprieta tanto el corazón de todas las verdades que dices y siento diferentes sensaciones , unas de orgullo de tenerte como hijo otras de tristeza porque todavía existan estas cosas y mucho miedo como madre . Te lo digo cada día no se puede estar mas orgullosa de ti. La capacidad de trasmitir todo lo que sientes y ayudar a cambiar poco a poco este mundo . Muchas personas como tú hacen falta en este mundo ! TE QUIERO HASTA EL INFINITO !!!💪🏻💪🏻😘🥰

    ResponElimina
  2. Gracias. Especialmente, el estilo del post me parece brillante. Soy de subrayar lo que leo, pero de este texto no subrayaría ni una línea, o lo que es lo miso, lo subrayaría casi todo.
    Me quedo con una idea que has mencionado y que me parece esencial: hay gente que tiene miedo de “ser”. Las normas (normalizadoras) nos limitan (somos lo que nos dejan ser) y a la vez nos constituyen (nos hacen ser lo que se espera que seamos). Mirar más allá de ellas ha de ser nuestro de proyecto, es una obligación por la memoria y por la posibilidad de futuro de cientos de miles de personas que luchan por ampliar esos límites que se cobran vidas como si fueran un auténtico virus. Lo personal es político, ahora y siempre.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Totalmente de acuerdo Oriol!! Reflexiones muy interesante que hacen pensar a cualquiera!! Muchas gracias!!!!

      Elimina

Publica un comentari a l'entrada

Entrades populars d'aquest blog

Victimitzar a les víctimes

Una societat forçadament malalta, però totalment evitable

Adopció internacional vs Adopció nacional: una qüestió pel desenvolupament dels infants?